Os adoro...

Esas personas que están en los malos momentos, cuando no te puedes mantener en pie solo... Y vienen a ayudarte, sin pedir nada a cambio.

De verdad, sois lo mejor que tengo, os quiero como no os hacéis idea.

Valorar.

El ser humano es interesante y un poco complejo en algunos sentidos.

Pero una de las cosas claras que sé, es que valoramos lo que teníamos cuando lo hemos perdido y ya es tarde para recuperarlo.

Algo que se ve, más que nada, cuando pierdes a alguien que lo daba todo por ti. Cuando esa persona, por los motivos que sea, se cansa de luchar por ti y se aleja, es cuando te das cuenta de lo que tenías y comienzas a valorarlo. Ahí es cuando se aprecia lo perdido e intentas recuperar lo irrecuperable...

Gracias.

Gracias por estos días rodeado de personas tan importantes para mí. De las personas que me hacen reír a cada momento. Que me levantan sin saberlo cuando me estoy hundiendo.

Personas que con un abrazo consiguen hacerme feliz...

Os adoro, amores míos ❤

29/junio/2016

Atrapé su mano entre las mías. Él se giró un poco sorprendido. Ambos mirábamos los ojos del otro. Sonreí mientras sentía mis mejillas teñirse de rojo.

-Te quiero...

No pude decir más, pues así como hice con nuestras manos momentos antes, él atrapó mis labios con los suyos.

Say yes, say yes...

Solo decir que a veces no parece cierto. Es como un hermoso sueño...

25/junio/2016

De repente le vi. Apareció en mi campo de visión al doblar la esquina.

No pude evitar quedarme estática, conteniendo el aliento y con mis párpados completamente abiertos.

Demasiada belleza.

Estaba dormido. Su cuerpo ligeramente recostado en el sofá, sin estar del todo tumbado pero tampoco sentado. Tenía al lado algunos papeles y aún llevaba puestas sus gafas. Un lápiz yacía entre sus dedos y su regazo, donde tenía apoyada su mano.

Su pelo desordenado le daba un aspecto arrebatador, incitando a pasar los dedos por ellos en una suave caricia.

Sus ojos cerrados, con esas largas pestañas rozando sus pómulos.

De sus labios, un poco entreabiertos,  escapaba una respiración rítmica pero lenta. Podía ver su pecho subir y bajar cada vez que respiraba, así de concentrada estaba en él.

Sonreí. Era tan hermoso y se veía tan tierno en ese instante... Encendí mi querida cámara de fotos, que aún llevaba colgada al cuello, y me dispuse a inmortalizar esa imagen.

Una vez satisfecha con la toma que había obtenido, me acerqué y besé su frente sonriendo.

Verle era lo que me hacía sonreír cada día como lo que era, una chica enamorada.

23/junio/2016

Vale, hoy parece que mi cabeza quiere transmitir bastantes cositas...

Y una de ellas es decirte: Gracias.

Porque aunque ya te lo haya dicho, siento que no es suficiente, y quiero darte un par de motivos:

•Gracias porque, por como eres, me alegras los días. Esa forma de ser, pensando en positivo... Simplemente no puedo evitar querer seguirte.

•Gracias porque, aunque puedas pensar que no es nada, a mí me importa demasiado el hecho de que creas en mí, ¡que me empujes a hacer lo que me gusta y me ayudes a pensar que se me da bien!

•Gracias porque... Porque sé que estás ahí aun en la distancia, dispuesto a ayudar en lo posible.

•Gracias porque me demuestras día a día que, pase lo que pase, esto merece la pena. Tú mereces la pena...

Y voy a parar, (aunque créeme que podría seguir agradeciendo y que de hecho lo haré) porque de verdad... Provocas ganas de abrazarte fuerte y no soltarte...

Gracias, pequeño.

En un impulso que mantengo
Cuando la claridad llega
Que quizás nada es eterno
Pero igual vale la pena.

Everybody...

Porque todo el mundo cambia, escribo hoy esta entrada.

Realmente no sé qué escribir, pero hoy tenía que escribir sobre cambios, sí señor.

Hace apenas unos días, volví a retomar este blog ya varias veces abandonado... Y hoy, justo hoy, estuve mirando algunas entradas antiguas, pensando, recordando... Y de ahí salió la necesidad de escribir sobre esto.

Yo sé que después de tanto tiempo, apenas una o dos personas leerán lo que estoy escribiendo, pero no será un tiempo desaprovechado si una sola persona disfruta esos minutos que le llevará leerme.

Pues bien, cambios. Como decía, estaba leyendo estas entradas que... Son mi pasado. Y me di cuenta de que, aunque en esencia soy la misma persona, he cambiado a lo largo de estos años.

Porque es inevitable cambiar cuando crecemos. A la vez que vamos adquiriendo experiencia y conocimientos, nuestra forma de pensar, ser y actuar, varía ligera o considerablemente.

Y en mí, personalmente, no se notará quizás demasiado el cambio en estas palabras, pero puedo asegurar que es mayor de lo que yo misma pensaba.

Porque, queridos, a medida que pasa el tiempo para cada uno de nosotros, las circunstancias de nuestras vidas nos van continuamente presentando retos y enseñando cosas. Y ante esos retos es rendirse o luchar.

Hace unos años... Yo era una niña. Solía sentirme sola, incomprendida, me apartaba de todos. Sentía que no tenía mucho sentido luchar cada día a la primera dificultad que se me presentaba.

Sin embargo ahora puedo decir que sé luchar. Y realmente no me di cuenta de que lo hacía desde un primer momento, más bien un día, pensando en las dificultades que en ese momento me asfixiaban, comprendí que estaba luchando, que me mantenía buscando mi motivo para seguir... (Poco después supe cuál era, pero eso otro día).

Y así hoy simplemente estoy feliz de que esos cambios ocurriesen. Feliz por haber sabido ver a tiempo que había cambiado.

Tú...

Rozar tu piel con la yema de mis dedos...

Recorrer tu cuerpo con mis labios, repartiendo besos por todo él...

¿Dejaré alguna vez  de amar aquello que no pudo ser?

Si alguna vez han perdido a alguien a quien aman, sabrán que es una de las peores cosas que se pueden vivir...

Hasta que pierden dos.

Adiós Zeus... Te amo pequeño, aunque ya no estés físicamente aquí.

Y a ti... Te sigo echando de menos, a pesar de todo.

No eres perfecto, pero eras mi idea de perfección...

Adiós.