sábado, 21 de abril de 2012

Estúpida declaración camuflada en historia.

Aquella noche mis sentimientos reinaban sobre mis actos, aunque sabía que no sería buena idea, dirigí mis pasos hacia su casa.

Iba pensando en sus últimas reacciones conmigo, estaba distante, me rehuía... Aunque no podía quejarme, ya que yo le hice lo mismo en el pasado.

Tendría que hablar con él, decirle cuánto sentía haberme equivocado en el pasado, y decirle el por qué lo había hecho.




Esbocé una sonrisa de nerviosismo cuando me encontré frente a su puerta, ¿qué haría? ¿sería capaz de ser sincera? Tendría que reconocer un error, y entregarle la verdad. Debería exponer mis sentimientos, desnudar mi mente, y eso me haría sentir vulnerable.


Cada vez estaba más nerviosa, ya que no sabía qué hacer. Me habían enseñado a no mostrar a nadie mis debilidades, a no fallar, y en ese momento estaría a punto de, a la vez, reconocer que había fallado y mostrarle mis debilidades.


Tenía que tomar una decisión, y tenía que hacerlo ya, ¿qué hacer?




















Y sin más, decidí que lo mejor, antes que decirle directamente todo a la cara con las palabras exactas, o antes de irme sin que supiera nada de todo esto, sería escribirlo y dejar que él, cuando lo leyese, sacase conclusiones.

viernes, 20 de abril de 2012

So...


Triste corazón, 
batalla sin esperanza.
Lucha contra razón,
mas no puede hacer nada.

Uno quiere una cosa,
el otro, la contraria.
¡Dejadme respirar!
¡Yo quiero vivir tranquila!

Y de todo... alejada...

domingo, 8 de abril de 2012

¿Está bien?

Mírame, ¿realmente te soy tan jodidamente molesta?

Dime, ¿soy un cero a la izquierda para ti?

No sé por qué te molestas, no te he dado motivo alguno para que lo hagas.









En fin, una vez más, alguien que me hace sentir como una mierda, gracias.