viernes, 22 de marzo de 2013

Soy así.



Soy de las personas que, si hace falta, manda a la distancia a tomar viento.


viernes, 8 de marzo de 2013

Sinceridad.

Me sentía confusa y asustada.

Tenía miedo de no tenerte nunca, de que te alejases de mí, de perderte... A ti, que tanto te quería, tanto te apreciaba. A ti, una de las personas más importantes para mí, alguien a quien necesitaba en mi día a día.

Pero, ¿qué podía hacer? Yo te necesitaba, cada día más. Cada instante que pasaba más sentía que necesitaba estar a tu lado, poder hablar contigo, reír, abrazarte... Besarte...

Algo en mí decía que nunca serías más que una esperanza, un sueño lejano, algo inalcanzable. Pero por otro lado, todo mi ser se revelaba con esa afirmación. Gritaba que tú eras mi verdad, mi presente, mi futuro, todo lo que debía importarme.

Y yo no sabía a quién escuchar.

Me convenía hacer caso a esa voz que decía que te olvidase, que un "nosotros" era imposible, puesto que así me ahorraría mucho dolor. Sin embargo, no podía hacerlo, porque ciertamente anhelaba escuchar cada grito que me acercaba a ti. Cada grito era un rayo de esperanza que iluminaba mi vida.

Sentía mi pecho oprimido, como si estuviese enojado conmigo por creer no tenerlo claro. "Sabes lo que quieres. Sabes que le quieres, ¿por qué intentas evitarlo?"











Y entonces me di cuenta...















Mi molesto corazón tenía razón.













Yo te quería, y tenía que luchar por una oportunidad de entrar en tu vida.
















Yo...














Te quiero.

lunes, 4 de marzo de 2013

Fortaleza.

Sonreía para no parecer débil...

Sin embargo lloraba por dentro...