domingo, 14 de noviembre de 2010

Sólo un día más.



Anoche, mientras todos dormían, yo sólo podía pensar en hacer algo que te gustase, en no ser alguien que te defraudase a cada segundo que pasara... Pero hoy, vuelvo a ser como siempre, vuelvo a decir lo mismo de siempre, sigo siendo la misma que cada día.

Sin embargo, hoy, he sido capaz de entender algo que antes no entendía, yo no debo cambiar para no defraudarte, yo no debo ser otra persona, ni debo depender de nadie, yo puedo ser feliz por mí misma, puedo conocerme mejor que nadie. Porque yo soy así, y no hay nadie más que pueda decir lo mismo, nadie puede decir que es como yo, porque no es así.



Hoy lo he comprendido, no por ser más social se es más feliz.
No por salir a más sitios se es más feliz.
Ni por ir a más fiestas.
No, eso no da la felicidad, al menos no una felicidad verdadera, auténtica; más bien da una felicidad pasajera y falsa, una felicidad que no lo es realmente.

No pretendo que todo el mundo entienda qué quiero decir, porque creo que sólo aquellas personas que hayan llegado a comprender lo que yo, podrán entender lo que aquí estoy diciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario